Narra Robles lesión en Veracruz
TIJUANA, Baja California (TorosdeTijuana.com-Armando Esquivel) 18 de abril del 2015 – Triste por tener que abandonar a sus compañeros y no estar en el terreno de juego, pero optimista y confiado de que pronto regresará para ayudar a los Toros con el madero, pasa sus días Óscar Robles en Tijuana, luego de la lesión en el pulgar izquierdo que sufrió el miércoles en Veracruz.
El tercera base tijuanense sufrió una luxación luego de regresar barrido a la segunda base durante un intento fallido del receptor de los Rojos del Águila de Veracruz por sorprenderlo. En la jugada Robles se lanzó a la intermedia en un ángulo diferente para evitar que el parador en corto lo pusiera fuera de acción y, al deslizarse, el pulgar se le atoró en la almohadilla y recibió toda la carga y fuerza en esa barrida de frente “Fue una jugada en la que me barro de frente y en un ángulo distinto para que el defensivo no me tocara; al caer lo hago chueco y lo primero que hace contacto con la base es el dedo; fue un dolor muy fuerte y yo estaba seguro de que había sido una fractura”, comentó Robles. El ex jugador de Grandes Ligas fue sacado rápido del terreno de juego y trasladado al hospital para tener un diagnóstico de su condición física.
“Yo vi mi dedo cuando todavía estaba en el suelo y pude observarlo chueco, como en forma de zeta; me desilusioné mucho, pensé que era una fractura y lo único que me pasaba por la mente era el hecho de estar seguro de que perdería toda la temporada”, agregó. Roberto García, trainer del equipo, acompañó a Robles al hospital más cercano al estadio Deportivo Universitario Beto Ávila, en el carro del padre de Luis Mauricio Suárez, quien vive en Veracruz y es médico. “Me pareció eterno todo el tiempo que pasó; ya al llegar al hospital me calmaron el dolor con una inyección, y luego de las radiografías me dijeron que era una luxación; ahí el doctor me puso anestesia local y luego me acomodó el dedo, algo que fue muy doloroso; también me dijeron que tengo dañado un ligamento”, explicó Robles a su llegada a Tijuana.
Y con el pulgar inmovilizado, Robles acompaño a sus compañeros a cenar el miércoles por la noche y regresó a Tijuana el jueves por la mañana. “Estaré mínimo diez días inmovilizado con esta férula; de ahí empezaré a darle movimiento poco a poco, así que espero que en unas tres semanas estar listo para volver al equipo”, mencionó. Desde su lesión, los Toros de Tijuana han jugado tres partidos, los cuales han sido una derrota en Veracruz y dos descalabros más en Villahermosa.
“De entre todo lo malo destacó que se trata sólo de una luxación y pronto estaré de vuelta; es un reto más en mi carrera y agradezco todas las muestras de apoyo que he recibido de la gente y de mis compañeros; a estos últimos les deseo la mejor de las suerte, sé que lo pueden hacer muy bien y estaré respaldándolos muy de cerca”, concluyó.
